Entrevisa Dr. Alberto Sicilia en Innova Asturias

En primer lugar, ¿qué es la EAO y qué supone este reconocimiento para usted personalmente como para Clínica Sicilia?

La EAO es la Sociedad Científica Internacional Europea dedicada al Campo de la Implantología Dental más importante del mundo. Compuesta por 1200 miembros de número de todas las nacionalidades, organiza el Congreso anual de mayor repercusión internacional sobre Implantología Dental, este año en Roma hemos tenido unos 4000 profesionales y más de 800 comunicaciones científicas, publica el Clinical Oral Implant Research y es el ente gestor de las Conferencias de Consenso Científico trianuales, que son la base del desarrollo científico y clínico en nuestro campo.

Es muy importante resaltar que es una institución académica independiente, autofinanciada, que no depende de instituciones gubernamentales ni sus proyectos son financiados por ninguna entidad comercial, por lo que sus actos científicos no tienen otra intención que mejorar la calidad de los tratamientos que los pacientes europeos reciben. Esa es nuestra misión.

Un gran honor, y una gran satisfacción personal que la elección haya sido por unanimidad, tanto en el Board, que es el órgano que propone las candidaturas, como en la Asamblea General.
Si hace 29 años, cuando estaba estudiando mi especialidad en la Escuela de Estomatología de Oviedo, alguien me hubiese contado el desarrollo tan fulgurante que iba a tener la profesión no me lo hubiera creído. Pero si además me hubiese dicho que tendría la responsabilidad de dirigir la sociedad científica más importante del mundo en el campo de la Implantología Dental, me hubiera parecido ciencia ficción. Así que ya se puede imaginar usted como me siento.

Para familiarizarse con el tema, ¿qué soluciones innovadoras existen en el campo de la investigación clínica?

En esta década estamos asistiendo a la revolución digital. Las tecnologías basadas en procedimientos CAD-CAM y tecnología de navegación nos permiten hacer cirugías menos invasivas, en muchas ocasiones poner los implantes sin incisiones con la máxima seguridad, así como la fabricación de prótesis de mucho mejor ajuste. Las clínicas dentales del futuro se parecerán cada vez más a una estación espacial, donde la tecnología marcará su impronta. Sin ir más lejos, y como ejemplo, en nuestro centro, que fue diseñado en 2010, disponemos de una red de imagen y datos con 58 pantallas, que incluye multipaneles en los quirófanos, laboratorio de imagen 3D, 3 sistemas de fabricación de guías quirúrgicas y uno de navegación Robodent, escáner maxilofacial de haz de cono, escáner óptico digital, sistema de radiología y fotografía digital integrado… Y continuamente incorporamos nueva tecnología. La década que viene será la de la revolución biológica, donde nos llegarán nuevas técnicas de regeneración de tejidos.

Hoy en día gracias a toda esa tecnología es posible en muchos casos realizar tratamientos complejos, como tratamientos de pacientes que tienen que extraer dientes enfermos no restaurables, retirando de prótesis antiguas fracasadas, incluso con implantes con complicaciones, y colocar nuevos implantes y nuevos dientes fijos en el momento.

Como experto en la materia, ¿podría anticiparnos cuáles serían las tendencias en implantología durante los próximos años?

Todo lleva sus fases. Acabamos de cerrar el Congreso EAOI de Roma 2014, que ha sido todo un éxito con cerca de 4000 profesionales de todo el mundo y ya estamos trabajando en el de Estocolomo 2015. El Comité científico de París 2016 ya está creado y está empezando a trabajar en el programa científico, pero de Madrid 2017 sólo hemos fijado a las cabezas responsables, que será presidido por el Profesor Jaime Gil (Catedrático de prótesis de la Universidad del País Vasco) y por mí, y empezaremos este año a diseñar el Comité Científico, que durante 2015 empezará a diseñar el programa. Todo va en etapas y las hemos de respetar. Ahora, si me pregunta que es lo que yo creo que trataremos en ese momento, pues yo creo que ya se estará dejando entrever la revolución biológica y estética de la próxima década, y creo que se impondrán las técnica microquirúrgicas. Nosotros empezamos a realizar cirugía con microscopio en 1997 y desde entonces no solamente todas las intervenciones se realizan con un enfoque microquirúrgico, sino que en nuestra escuela, y me refiero con ello a los discípulos que hemos ido formando durante estos años siempre queda una impronta: “Nosotros somos dentistas que vemos la vida por un microscopio”.

¿Cómo es la investigación y la innovación en el día a día de Clínica Sicilia?

En la Clínica Sicilia hacemos Investigación Clínica No Experimental. Dicho de una manera llana, como hacemos tratamientos de vanguardia con un seguimiento muy meticuloso esto nos permite recopilar información muy valiosa desde el punto de vista clínico, que podemos compartir con otros compañeros y poner nuestro grano de arena en ayudarles a realizar cada vez tratamientos menos invasivos. Para ello nuestra inversión en I+D+I y formación continuada es cada vez mayor. Un ejemplo de esto es. Por ejemplo, la colocación de implantes inmediatos tras la extracción de un diente sin incisiones ni suturas, y con reemplazo, también inmediato del diente natural, Esta técnica, que se está empezando a popularizar ahora, la aplicamos desde comienzos de los años 2000, gracias a una estancia de formación con el Dr Shannelec en Santa Bárbara-Califormia, y el fruto de nuestra experiencia fue presentado en el congreso de la Sociedad Española de Periodoncia en 2011, ganando el Premio Nacional de Comunicaciones de Investigación Clínica.

La investigación a nosotros nos aporta mucha frescura, nos hace estar siempre aprendiendo y nos ayuda a ser más competitivos, porque competimos sobre todo con nosotros mismos. La clave es hacerlo mejor cada día.

Para finalizar, ¿cuál es el mayor reto (relacionado con la innovación) al que se han tenido que enfrentar durante las casi cuatro décadas que llevan al servicio del cliente?

No hay un reto que sea superior a los demás, pero yo destacaría tres :

Primero, cuando en 1988 viajamos a Suecia para formarnos en la Clínica Branemark de Gotemburgo y comenzamos a realizar tratamientos con implantes dentales, en una entorno social y profesional que, como era algo muy novedoso, lo miraba con recelo.

Segundo, cuando a finales de los 90 apostamos por la cirugía mínimamente invasiva y en esa década incorporamos microscopios quirúrgicos, escáner maxilofacial de haz de cono – que fue el segundo i-Cat que se instaló en Europa- y sistemas de cirugía guiada y navegación, como el Robodent.

Y tercero, el diseño y apertura de nuestro nuevo centro en 2010, integrando todos los conceptos en nuestra Estación de Cirugía y Prótesis Inmediata Mínimamente Invasiva.

Entrevista cortesía de Innova Asturias